Hace unos días un viejo amigo y ahora también lector del blog me consulto por un tema que debe ser de lo más controvertido en el mundo de la fotografía. No es ni más ni menos que los límites entre un postprocesado acertado que realza y potencia la imagen y una edición exagerada que en algunos casos roza lo surrealista o grotesco.
Puntualmente me consultó por esta fotografía, que se trata de una técnica llamada HDR la cual tuvo un auge muy grande hace unos 8 años y con la cual en algunos casos se pueden lograr resultados muy buenos pero en otros pueden hacer que lleguen a doler los ojos.

Próximamente estaremos publicando un artículo especialmente dedicado al HDR.
Como siempre tenemos que atenernos al dicho de “sobre gustos….” pero con la verdad es que al ver cada fotografía cada uno saca sus conclusiones, la evalua y finalmente decide si le gusta o no.
Nuestros gustos también cambian
Esta foto la tome hace más de 6 años en Tierra del Fuego, en esa epoca me habia interesado en la técnica de HDR y realicé esta toma ya sabiendo que la iba a procesar con esta técnica, en su momento me gustó… hoy la encuentro algo pasada, si hoy la tomara probablemente no iría tan lejos.

Generalmente cuando alguien se inicia en la fotografía, mientras da sus primeros pasos lo normal y aconsejable es centrarse en aprender lo referido a exposición, composición, la importancia de la luz, etc. Es más muchos ven el tema del postprocesado como algo muy distante e inclusive están los que escucharon que las mejores fotografías son las que no se editan y se vuelven “puristas”, sin mucha justificación algunos llegan a asegurar que la foto debe ser “tal como sale de la cámara”.
En la otra orilla estan los que desenbarcaron en el mundo de la fotografía pero se animaron a meterle mano a algún software de edición y a hacer sus propias pruebas, un poquito de contraste, otro de saturación, algún duotono, un filtro o preset, algo de sombras, un touch en las curvas y voilá.
Bueno… ninguno de los dos está bien. En alguna oportunidad escuche al fotógrafo argentino Gustavo Pomar decir unas palabras muy ciertas…
Si nosotros no procesamos nuestras imágenes, la cámara lo hará por nosotros”
Solo tenemos que decidir quien va a realizar el procesado y creo que la respuesta es simple. Si estudiamos y practicamos la técnica de exposición para poder nosotros escoger los valores de exposición en vez de dejarle esta decisión a la cámara, si nosotros somos quienes tomamos la responsabilidad de elegir que luz vamos a utilizar, ¿por qué dejaríamos en manos de la cámara algo tan importante y crucial como lo es la culminación de la fotografía?
Ya en la época de la fotografía química (de película o de rollo) el fotógrafo realizaba en ese proceso de revelado unos ajustes que le permitían alterar la fotografía en un todo o por partes y le daba su toque personal en esta etapa.
Hoy el revelado digital consiste en lo mismo, muchas veces cuando hablo de “revelado” algunos me miran raro, piensan que el revelado es una cosa del pasado y que hoy en dia no se revelan las fotos, simplemente se bajan de la cámara y si se refieren a tratarlas en la computadora muchos hablan de retoque.
Deberíamos hacer una separación entre lo que se refiere a revelado o procesado y lo que significa el retoque o la manipulación fotográfica.
Revelado vs Retoque
El revelado digital, procesado o postprocesado es la forma correcta de referirse en español al tratamiento de la imágen realizado en una computadora con el fin de aumentar el atractivo de la imagen sin alterar su esencia.
El retoque digital o la manipulación fotográfica va más allá del alcance del revelado y consiste en modificar, agregar o quitar elementos de la imagen o alterar la misma de una forma muy notoria.
Equilibrio. Esa característica tan difícil de lograr.
Cuando me preguntan sobre mi posición sobre el tema del procesado les digo que es fácil de explicar pero difícil de lograr. Para mi el procesado es no solo necesario sino que indispensable pero lo difícil es lograr que ese revelado este en su justa medida, que potencie la imagen pero que no llame la atención.
El mejor revelado es el que no se nota”.
Si vemos una foto e inmediatamente pensamos en el postprocesado es probable que nos hayamos pasado de la raya. Pero esto es fácil de decirlo pero no tan fácil de lograrlo. No solo porque requiere experiencia en el proceso de revelado en si, sino que también requiere un muy buen conocimiento de la luz para evitar caer en incoherencias al aplicar correcciones.
RAW el mejor aliado para el postprocesado
Cuando fotografiamos con nuestra cámara en RAW, la ventaja que tenemos es que obtenemos un archivo puro sin modificaciones ni alteraciones, la imagen tal como la capturó la cámara. Esta imagen suele ser algo sosa, falta de color y de contraste. Esa imagen asi tal como la cámara nos la da es la ideal para trabajarla en post procesado.
En cambio si fotografiamos en JPEG la cámara le aplica ajustes preestablecidos, aumenta el contraste, la saturación, el enfoque y esto sin mencionar la perdida de información que significa pasar de una profundidad de color de 12 bits o más a solo 8 bits.
Conclusión
Si estás dando tus primeros pasos en este mundo de la fotografía, te recomiendo que pongas todo tu esfuerzo en dominar al máximo tu cámara. Recordá que cuanto mejor sea el resultado en la cámara, mejor será el resultado en el post. Siempre que puedas capturá en RAW, no importa que hoy no sepas como revelar o ni tengas el software para hacerlo. Todas las cámaras permiten capturar en RAW + JPEG, nunca se sabe cuando vas a tomar una foto memorable.
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