Uno de los secretos de una buena fotografía de paisaje es escoger la forma en la cual capturar los distintos elementos de la escena. Claro, podemos dejar que la cámara haga el trabajo duro escogiendo o sugiriendo la exposición, pero una fotografía de paisaje no debería ser una interpretación literal de lo que vemos o de lo que la cámara ve.
Sabemos que el post procesado puede ayudar a hacer algunos ajustes en la imagen para que esta sea menos literal que lo que vimos, pero hacer ciertos ajustes en el momento de la toma es aún más importante, dandonos algo especial con lo que trabajar y potenciar en post.
El uso de filtros polarizadores, de densidad neutra o graduados puede ayudarnos a capturar la escena de una forma más creativa y dinámica.
1- Usar un filtro polarizador para capturar cielos más intensos.

Estoy convencido de que cada fotógrafo debería tener un filtro polarizador es su cámara debido a lo útiles que estos pueden llegar a ser. Los polarizadores trabajan filtrando la luz que es reflejada directamente hacia la cámara en ángulos específicos.
Cuando fotografiamos un paisaje con un cielo azul, la niebla puede ocasionalmente provocar que el cielo se vea menos vibrante. Al utilizar un filtro polarizador podemos minimizar la perdida de contraste y conseguir el color real azul del cielo. Esto funciona mejor cuando el ángulo de incidencia del sol es de 90º, o sea cuando tenemos el sol a nuestro lado.
Rotando el filtro polarizador mientras componemos nuestro disparo, podemos ver como el efecto del filtro ocurre. Tenemos que ser cuidadosos de no ir demasiado lejos y “sobre polarizar” la imagen, creando un cielo o una zona de cielo demasiado oscura en la imagen, ya que esto se verá como poco natural y se hará evidente la presencia del filtro. Esto es especialmente importante al utilizar objetivos gran angulares en los que captamos una porción grande de cielo y abarcamos un ángulo en el que el efecto de polarización es más intenso y uno en el cual es efecto es menor. Por consecuencia obtenemos un cielo con un degradado tonal que se ve extraño.
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2- Usar un polarizador para mostrar lo que hay debajo del agua.

Habitualmente cuando fotografiamos un arroyo o un lago, la luz puede reflejarse en la superficie en un ángulo tal que nos haga imposible ver lo que hay por debajo. Sin embargo, hay veces en las que hay algo interesante por debajo de la superficie, como piedras, peces o ramas de árboles caídos. Usando un filtro polarizador podemos revelar lo que está por debajo eliminando la luz del reflejo.
Gracias a que el filtro polarizador circular puede girarse y graduar el efecto, nuestra decisión de mostrar el fondo o no, no tiene porque ser todo o nada. Podemos graduarlo para mostrar más o menos.
3- Usar un filtro polarizador para evitar el reflejo sobre las rocas mojadas


Al fotografiar cascadas generalemente hay una gran cantidad de rocas mojadas en las cuales la luz puede causar reflejos tan intensos que pueden jugar en detrimento de la imagen y hasta desviar la atención. Al igual que con lo visto en el punto anterior podemos utilizar un filtro polarizador para eliminar o reducir los reflejos indeseados.
4- Usar un filtro de densidad neutra graduado para oscurecer los cielos.

Cuando fotografiamos paisajes, especialmente en el amanecer o el atardecer, generalmente hay una gran cantidad de contraste entre el cielo y el primer plano. Esto nos fuerza a que tengamos que escoger si exponer para el cielo o para el primer plano. Si escogemos exponer para el cielo, el primer plano nos queda subexpuesto y si exponermos para el primer plano, el cielo queda sobreexpuesto y con perdida de detalle.
Si bien las cámaras digitales están mejorando cada vez más el rango dinámico año tras año, la naturaleza todavía puede llevar a las cámara más allá de sus límites en terminos de cuanto detalle pueden capturar en estos ambientes de tanto contraste.
Para subsanar este problema podemos valernos de los filtros de densidad neutra graduados, de modo que podemos oscurecer las zonas más brillantes sin afectar las otras.

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Para trabajar con los filtros graduados podemos utilizar el Live View para ubicarlos en posición exacta y observar el efecto, esto es recomendado sobre todo para filtros de bordes duros. También podemos realizar la técnica de mover el filtro durante el transcurso de la exposición, esta técnica si bien requiere un poco de práctica y destreza es la ideal para difuminar los bordes del filtro y disimular su aplicación.
5- Suavizar el movimiento del agua.
El saber como trabajar con el movimiento nos permite poder aportar dinamismo a la imagen y tener la posibilidad de suavizar el movimiento del agua por medio de largas exposiciones nos va a brindar la posibilidad de transmitir calma y serenidad a nuestras tomas. Por el contrario exposiciones rápidas pueden transmitir mayor violencia e intensidad, como por ejemplo una ola rompiendo contra la costa o el poder de un río cayendo en una cascada.
Generalemente estamos limitados por el tiempo de exposición que podemos lograr sin sobreexponer nuestra imagen, es evidente que si utilizamos tiempos de exposición demasiado prolongados vamos a quemar y perder el detalle. Claro, siempre podemos bajar el ISO y cerrar el diafragma, pero aún asi tendremos un límite y sobre todo, si estamos a pleno día ese límite no será muy lejano.

La forma de extender ese límite es colocarle unas gafas de sol a nuestra cámara! Claro, no unas gafas de sol como las que usamos nosotros (alguna vez una alumna mia lo hizo), sino que un filtro de densidad neutra. Esto no es más que un filtro oscuro que limita la cantidad de luz que llega a la cámara, en teoría sin alterar los colores.
De esta forma podemos oscurecer la escena y extender el tiempo de exposición de nuestra escena, logrando asi exposiciones realmente largas (minutos) con las cuales podemos jugar de una manera única con el efecto del agua.
Usar un filtro de densidad neutra de 3 pasos está bien para fotografiar una cascada y darle un toque suave al agua, pero para transformar las olas del mar en un agua de estanque no será suficiente y nos tendremos que valer de un filtro aún más oscuro (cercano a los 10 pasos).
6- Crear movimiento en las nubes.
Los fotografos de paisaje tienen claro que las nubes son siempre un punto fuerte en su composición. Las nubes le agregan profundidad y drama a un buen paisaje, creando un fondo interesante. Pero también podemos manipular las nubes como una ventaja creativa, capturando su movimiento y borroñandolas para crear un sentido de movimiento y velocidad en la escena.
Usando un filtro de densidad neutra fuerte podemos aumentar el tiempo de exposición lo suficiente para dejar que el viento de altura trabaje a nuestro favor.
El tiempo de exposición adecuado puede variar, dependiendo de cuan rápido se muevan las nubes. Cuanto más larga la exposición, más movimiento tendrá la escena.